Por el Lic. Ezequiel Tozzi
Mientras los científicos y expertos de la salud buscan una cura para el COVID-19, la arquitectura mundial responde para contener al virus con nuevos conceptos de planificación urbana, adaptación y construcciones temporales. Desde los nuevos hospitales para enfermos de coronavirus en Wuhan, China, que se construyeron en apenas semanas, hasta las instalaciones modulares hospitalarias reubicables en Campo de Mayo, Argentina.
Cuando el brote de coronavirus (COVID-19) estalló en Wuhan en diciembre de 2019, la ciudad china inició la planificación y construcción del Hospital Wuhan Huoshenshan que tendría 1.000 camas, 30 unidades de cuidados intensivos y nuevas salas de aislamiento. La obra concluyó en menos de 10 días (se completó entre el 23 de enero y el 2 de febrero) gracias a técnicas de construcción modular y a la ardua dedicación de 7.000 trabajadores. Además, se levantó el Hospital Leishenshan utilizando módulos prefabricados en un estacionamiento abandonado y de la noche a la mañana se adaptó un centro de exposiciones para crear el Wuhan Living Room Temporary Hospital, el centro de tratamiento de coronavirus más grande de Wuhan, que podía acomodar entre 1.500 y 2.000 pacientes.
En Irán, uno de los primeros países en sufrir el avance del coronavirus, se convirtió el centro de convenciones de Iran Mall en un hospital temporal, al igual que otros espacios, desde gimnasios hasta estadios. En Italia, otro de los países más afectados por el virus, se utiliza en Génova como improvisado hospital temporal al crucero Splendid, de la compañía GNV, que tiene 456 habitaciones, 24 suites y dos cabinas para personas con movilidad reducida.
En Estados Unidos, el Pabellón Kimmel en el hospital NYU Langone de Nueva York convirtió siete pisos para pacientes con COVID-19, se armó un hospital temporal en Central Park y otro en el centro de convenciones Jacob Javits y hasta recurrieron a un buque hospital con capacidad para alojar a 1.000 pacientes.
En México, en la ciudad de Pachuca, se instaló un hospital hinchable fabricado por la empresa española Tecnodimensión, que tiene 1.000 metros cuadrados y está elaborado con tejidos de alta resistencia con cloruro de polivinilo (PVC). Mientras tanto en Brasil, se instaló un hospital de campaña con capacidad para 200 camas en el campo de fútbol del estadio municipal Paulo Machado de Carvalho.
En España, en los pabellones 5, 7 y 9 de Ifema, el recinto ferial de Madrid, se instalaron 1.200 camas para pacientes con síntomas de coronavirus en tan solo 18 horas.
En Croacia se levantaron tiendas de campaña frente al hospital Klinička Bolnica Dubrava, en Zagreb y se instalaron 200 camas en el estadio Spaladium Arena, en Split. En Serbia, la Feria de Belgrado, el espacio de exposiciones más amplio de la ciudad, se instalaron 3.000 camas. Entre los fallecidos por coronavirus del país se encuentra el secretario de Estado.
En Holanda, en el centro de exposiciones de Róterdam se instalaron módulos prefabricados con capacidad para 680 camas, mientras que en Alemania, en el pabellón 26 de Berlin Messe, un predio ferial de la capital alemana, se están instalando 500 camas.
En Argentina, apoyando las medidas ordenadas por el gobierno para enfrentar el coronavirus, se desplegaron en Campo de Mayo y en el barrio porteño de Nueva Pompeya, instalaciones modulares hospitalarias reubicables, equipados con servicios de laboratorio, cocina, baños y generadores eléctricos. EL HMR de Campo de Mayo tiene capacidad para 28 pacientes, mientras que el de Nueva Pompeya para 24. Ambos están estructurados en módulos y en función de la emergencia pueden ser trasladados con todos sus componentes, en forma parcial o escalonada, para funcionar de manera autónoma o integrándose a otras instalaciones u hospitales.
La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) también se sumó a la iniciativa para frenar al coronavirus y el gimnasio donde habitualmente se prepara Leo Messi y sus compañeros del seleccionado, se convirtió en un hospital de campaña con 120 camas de madera listas para recibir pacientes.
Es evidente que ante la pandemia, los problemas de sostenibilidad arquitectónica se dejan de lado en favor de la construcción ultrarrápida y la supervivencia humana, mientras surgen nuevas discusiones sobre el futuro de las ciudades y los beneficios de la planificación urbana centralizada.
Pingback: Arquitectura provisional