La Legislatura de la Ciudad dio aprobación inicial a los nuevos códigos urbanístico y de edificación la primera semana de septiembre de 2018. Tras cinco horas, la votación en general resultó de 34 votos afirmativos, 20 negativos y 6 abstenciones.
El actual código de Planeamiento Urbano está vigente desde el año 1977 y determina dónde, cuánto y con qué criterios se debe construir en la Ciudad, mientras el código de Edificación establece cómo y con qué materiales, y data de 1943. Así, las dos columnas en las que se asienta el desarrollo de Buenos Aires responden a paradigmas que hoy resultan obsoletos, como la zonificación y la preponderancia del automóvil como medio de transporte; además, ambos códigos no contemplan criterios de sustentabilidad ambiental, así como tampoco las nuevas tecnologías.
El Gobierno de la Ciudad impulsa entonces este nuevo marco normativo que acompañe el desafío de generar una ciudad más integrada que mire hacia el futuro. Para ello, se propuso un modelo transparente e inclusivo, que privilegie la mixtura de usos en los barrios, que sea abierto a la innovación y que promueva la sustentabilidad y el cuidado ambiental.
Puntos centrales del nuevo Código Urbanístico:
- Fomenta que se viva, trabaje y disfrute en un mismo barrio: Con el objetivo de reducir el uso del automóvil, se impulsa una ciudad policéntrica, para que los vecinos puedan vivir, trabajar y disfrutar en el mismo barrio. Para eso, el nuevo Código distingue 4 “Áreas de mixtura de usos” en función de las características del barrio y la cuadra. Por ejemplo, en aquellas zonas predominantemente residenciales se podrá incorporar comercios pequeños, mientras que en grandes corredores, como las avenidas, estará permitido instalar oficinas y locales más grandes, tanto de comercios como de servicios.
- Por primera vez incorpora criterios de sustentabilidad: Incluye el compromiso ambiental para las nuevas construcciones, a través de 3 ejes de acción, la prevención de concentración del calor o “islas de calor” a través de la incorporación de los conceptos de techos verdes o cubiertas reflectivas; la prevención de inundaciones a través de la recolección y uso del agua de lluvia; la restauración de la biodiversidad mediante la reincorporación de vegetación nativa, tendiente a fomentar los espacios verdes.
- Más previsibilidad y transparencia: determina 6 alturas distintas según las zonas, en reemplazo de las 27 que actualmente están vigentes. Estas van desde planta baja y dos pisos (9 m) hasta planta baja y 12 pisos (38 mts). La simplificación dará más previsibilidad en la construcción y evitará “sorpresas” para los vecinos, como la construcción de una torre al lado de su casa. Los vecinos van a poder consultar en línea qué altura se podrá construir en su manzana.
- Reconoce a las villas como parte de la Ciudad: las villas son reconocidas como barrios, estableciendo la garantía de servicios e infraestructura pública como en el resto de la Ciudad e impulsando la participación de los vecinos.
Puntos centrales del nuevo Código de Edificación:
- Permite mejor calidad de edificios a menor costo y propicia la baja de expensas: Elimina la obligatoriedad de la vivienda del encargado e incorpora nuevos materiales y sistemas de construcción más eficientes, como el durlock y el Steel Framing. Además, elimina la obligatoriedad de usos de materiales específicos. El Código vigente detalla algunos aspectos particulares y anticuados, como la obligación de que la mesada de la cocina sea de mármol o que las paredes sean pintadas a la cal.
- Más sustentabilidad: promueve el uso eficiente de la energía al fomentar el uso de iluminación LED, filtro solar en la medianera sur de los edificios y menor aislación en la medianera norte. Incorpora sistemas de captación y retención del agua de lluvia con tanques de acopio o reserva y el estacionamiento para bicicletas en los edificios.
- Impulsa la arquitectura inclusiva: Habilita los baños unisex, el baño familiar en lugares públicos, el cambiador en baños masculinos y femeninos. Establece las características de lactarios y criterios de acceso universal, teniendo en cuenta a las personas con movilidad reducida. Entre ellos, la eliminación de la obligatoriedad de bañera, pasillos de 1 m para sillas de ruedas, incorporación de rampas y pasamanos de ambos lados.